Esta clase de historias
me gustan. A nivel subjetivo tienen mucho que ofrecer, ya que diferentes
personajes de nuestro agrado podrían verse involucrados en ellas. A nivel
objetivo, es un deleite. Lo es porque, literalmente, estás construyendo
un rompecabezas. “P.O.V.” quiere agarrarse de esa premisa, dando forma a
una sola historia construida desde el punto de vista de tres personajes.
Si el episodio anterior se centraba en los “aspectos juveniles” de Gotham, este está
dedicado al día a día del Departamento de Policía, y cómo enfrentan a la mafia.
Por ejemplo, en este capítulo, somos testigos de como Harvey Bullock, Renee
Montoya, y un chaval recién llegado, lidian con una operación criminal, la cual
se echa a perder por culpa del primero, provocando que Batman entre en
escena y que sus presas se les escapen de las manos, malgastando más de 2
millones de dólares en el proceso. El Comisario Gordon y otro enclenque
(Policía Bueno y Policía Malo) quieren una explicación, y eso es lo que
obtienen.
Lo que obtiene el
espectador, sin embargo, es un argumento dividido en dos partes: El Problema
y La Respuesta. La primera parte se concentra en los relatos del trío de
policías, cuyas palabras sirven para establecer sus personajes y/o
desarrollarlos para mejor. En este caso, presenciamos la introducción de Renee
Montoya, un personaje original de la serie (que más tarde daría el salto al
cómic), y que es la típica policía incorruptible que lleva la placa con
orgullo. Y en cuanto a desarrollo, tenemos a Bullock, quien se ha convertido en
uno de los mejores personajes del show.
Es pura lógica: Al
principio, Bullock empezó siendo una especie de “antagonista” que se
interponía ante la cruzada de Batman, utilizando cualquier oportunidad
para estorbarlo o ponerlo contra las cuerdas. Sin embargo, medida ha avanzado
la serie, hemos descubierto que el tipo es mucho más que un simple
obstáculo: Es incapaz de dejar pasar una caja de rosquillas sin devorarla
entera, es capaz de aceptar una equivocación cuando la comete (a
regañadientes), y en este caso, se demuestra que, en el fondo, el tipo es tan
incorruptible y leal como Montoya, pero a su manera.
Es irónico
porque, en parte, toda la operación se echa a perder por su culpa. Trata de
echarle la culpa a Batman, naturalmente, pero en realidad, descubrimos que
no estamos ante un perro baboso que ladra mucho y muerde poco. Una vez los
criminales se percatan de su presencia en el almacén donde planeaban
emboscarlos, Bullock empieza a romperles el trasero a todos con sus
propias manos, y en ningún momento pierde la compostura. De no haber sido por
un incendio accidental (Provocado también por su culpa), Bullock habría
atrapado a todos esos criminales sin ayuda de nadie, y mucho menos de Batman. Y
es una situación reveladora, porque gracias a esto, podemos ver a Bullock con
otros ojos: Es un pesado insoportable, pero detrás de ese humor de perros,
vemos a un ser honesto que también lucha por una buena causa. Quizás no
confía en Batman porque cualquiera con dos dedos de frente sería incapaz
de confiar en un hombre vestido de murciélago (Quien habita una ciudad poblada
por payasos y pingüinos malvados).
Claro, es gracias
a su papel que descubrimos que, en efecto, este episodio no se enfoca en
Batman, ni en ningún otro antagonista (inventado o no). Todas esas cosas son utilizadas
para que nuestros protagonistas puedan brillar, dotando de más vida (una
vez más), a esta Gotham City. Pero no todo son aplausos y celebraciones, por
desgracia.
Como dije, esta
historia está dividida en dos partes, y es la segunda la cual,
precisamente, doblega la calidad final del capítulo. Una vez el trío
protagonista explica sus historias, Gordon (a petición del enclenque que les
interroga) les arrebata sus placas por el fracaso cometido. Esto provoca que
Montoya decida atrapar a los villanos por su propia cuenta, en un
intento de remediar las cosas, motivación que culmina en una escena de acción
protagonizada por ella y Batman. Y esto está mal.
Está mal porque,
en primer lugar, establecen que estos protagonistas pueden pensar por su propia
cuenta, y que los tres luchan por una misma causa, que es limpiar las calles de
su corrupción. No tiene sentido, entonces, que Montoya sea la única de
los tres en tratar de recuperar su honor (Sobre todo cuando contemplamos la revelación
de Bullock). Habría tenido mucha más lógica que el trío uniera fuerzas y
encarasen a los villanos por su cuenta (Quizás sin la ayuda de Batman también,
pero en parte, es comprensible que él contraataque, a fin de cuentas, es su
serie).
Que, hablando de
los villanos, en dicha segunda parte se introduce una figura antagónica supuestamente
importante, ya que estaba detrás de toda la movida provocada en el episodio. Y,
sin embargo, ni siquiera recibe una motivación y/o una personalidad. Es
un malo que existe por existir, y es muy denigrante, porque existía una
forma muy sencilla de arreglarlo: La identidad de este personaje debió ser la
del “Policía Malo” que los interrogó al principio. Debió ser él
porque, al hacerlo así, introduces el aspecto de la corrupción en el
Departamento de Policía, y una motivación lógica a por qué el tipo era tan
severo con ellos: Este sabía que los tres no pararían hasta derribar sus
planes, así que aprovechó su rol en la justicia para quitárselos de encima. En
un mundo donde la Mafia existe (Tal vez no tan explícitamente aquí, pero
si a futuro), es muy extraño que no hayan optado por ese camino. Y molesta,
porque se nota que la segunda parte de la historia existe única y
exclusivamente para que el niño de la casa no se duerma del aburrimiento (Lo
cual es una forma brutal de insultar a los seguidores de la serie,
considerando que algunos episodios anteriores ni siquiera tenían acción a duras
penas, sobre todo el episodio de Poison Ivy).
Pero, en fin, que
como escena de acción final y tal está bien. Entretiene, así que
cumplieron su propósito, supongo. Especial mención al matón que guarda
cierto parecido con Harvey Dent, quien resulta ser el más estratégico y
duradero de todos.
No sé, siento que
existió alguna intromisión externa aquí, porque la diferencia tonal
entre ambas partes de la historia es demasiado notoria. Habría
funcionado todo perfectamente bien, también, si hubieran mantenido el ángulo de
los “P.O.V.” a través de todo el capítulo, intercalando escenas
de acción de vez en cuando, y manteniendo el Plot-Twist del villano.
Quizás darle un rol más grande a Gordon quien, a fin de cuentas, no hace casi
nada en el capítulo. Viendo que el trío protagonista siente mucho orgullo de su
trabajo, habría tenido sentido que Gordon representase la dignidad y
respeto que sienten sus compañeros por la jefatura de policía, cometiendo
alguna que otra acción de interés (Ya sea interfiriendo por su cuenta en
el caso, o desenmascarando él mismo al villano). Incluso introducir alguna
interacción con Batman, no lo sé...
Ya para este punto se nota que los escritores de la serie se encuentran bastante sometidos a la política de ''Este es un show para niños'', en donde quieren mostrar sus intenciones de querer hacer algo con potencial, pero debido a esta política tienen que degradarse hasta cierto punto para lograr pegar con todos los públicos.
ResponderEliminarTambién se nota que no saben a dónde ir exactamente. Tienen ideas, y saben ejecutarlas en su mayoría, pero ya sea por la velocidad del momento (Porque el proyecto surgió en menos de 3 años), o por la intromisión de terceros, por ahora están pegando bastantes resbalones (Que en su mayoría saben compensar, dicho sea de paso).
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