Empiezo a notar
un patrón. Vistos ya cuatro episodios, se hace muy notorio. El Episodio
#01 y #03 albergan una historia más concentrada, con un antagonista definido
por sus intenciones, acompañado de una puesta en escena impecable (por
parte suya y del protagonista). El Episodio #02 es la manzana podrida de la
cesta, un relato desenfadado enfocado en la acción y la adrenalina,
antagonizado por El Joker. Este cuarto episodio es precisamente eso, pero peor.
Bruce Timm y
compañía tuvieron dificultades al realizar este episodio, y se nota. Todavía no
daban con un “click” para su interpretación del príncipe payaso del
crimen, y hasta entonces, lo único que tenían era un antagonista unidimensional
de caricaturas del sábado que cometía fechorías porque sí. Por lo menos en “Christmas
With The Joker” podía excusarse su comportamiento al ver que todo
aquel drama lo ideó únicamente para ofrecerle un “regalo” a Batman. Aquí
tenemos un argumento que habría encajado mucho mejor unos 30 o 40 capítulos
más adelante.
Ya el propio
título da fe de ello. La trama no aporta nada que ya no hayamos visto antes: El
Joker haciendo el cafre, Batman tratando de detenerlo... Bueno, no, estoy
equivocado, sí que aporta algo: Una Gotham City sumida en la destrucción
y el caos, todo gracias a un potente ataque del gas de la risa, que se ha
propagado por toda la ciudad gracias a un barco de basura manipulado por
el payaso, dejando a todo el mundo sumergido en una locura prolongada, y
permitiendo que pueda salir de compras a voluntad (Robando dinero, joyas,
bolsas, etc).
Mientras tanto, obtenemos
un vistazo más jocoso a la amistad entre Bruce y Alfred, ya que el
segundo está motivado a sacarle una carcajada a su amo con una broma (Ya que es
el Día de los Inocentes). Por desgracia, el segundo acaba contagiado con
la toxina, y corre el peligro de volverse loco (Ya que por mientras más
tiempo pases expuesto a la toxina, más alta será la posibilidad de
perder la razón). Y así inicia un juego del gato y el ratón entre Batman y El
Joker en un basurero. Jamás se explica si existe una cura, Jamás se indaga en el
por qué de este maquiavélico plan...
Es un episodio
relleno. Bruce Timm lo compara con un episodio de “Los Super Amigos”, y
no podría estar más de acuerdo con él. No existe ningún McGuffin, y lo tenían fácil,
ya que podrían haber introducido algún antídoto a manos del Joker para
que Batman tuviera una motivación extra para atraparlo, y entonces, duplicar el
medicamento en masa. No existe ninguna motivación por parte del Joker más allá
de causar daño porque sí. Y no es algo malo, pero claro, después de ver lo que el
show tiene por ofrecer, y que su rol en un episodio anterior era igual, uno
esperaría que, por lo menos, se atrevieran a dar un paso adelante con el payaso
de alguna forma. Y es que técnicamente lo hacen, ya que “destruye” a toda
Gotham en cuestión de una tarde (Además de las bolsas). Y, aun así, no hay sustancia
alguna, te da igual que el personaje haya logrado todo eso porque apenas lo
conoces. Es como si te pusieras a ver un episodio de los Power Rangers y, en el
segundo episodio, te ponen una amenaza intergaláctica que pone en jaque
a todo el universo. Si tú no conoces a los protagonistas o al antagonista por
mucho tiempo, te dará igual lo que hagan.
No hay mucho más
que decir, la verdad. Es un episodio decepcionante que se sostiene por
sus secuencias de acción, que por suerte cumplen su función y ofrecen
algún que otro detalle memorable (Ya sea en forma de diálogos o acciones). Y
por el Capitán Payaso, claro.
Entonces, segun tu: ¿Cuantos capítulos se necesitan para que me interesen lo que le pasen a los personajes?
ResponderEliminarSupongamos que BTAS está dividida en temporadas, y que Batman y Joker son personajes recurrentes. Una temporada suele estar dividida en 7 capítulos como mínimo, 20 si miramos ejemplos actuales. Ergo, para que un Batman o Joker nuevos interesen al espectador, se necesitarían entre 7 y 20 capítulos de cada uno para que una trama como la de este episodio consiga generar impacto al espectador.
EliminarUn minuto de silencio por la muerte del Capitan Payaso������
ResponderEliminar¿Para qué existimos? ¿Sólo para sufrir?
Eliminar¿Y no se podría decir que ese capítulo se pudo haber usado para caracterizar más las características de Manolete el payasete que se usarían de mejor manera a lo largo de la serie como su diseño icónico, modus operandi al hacer planes que llegan a gran escala o sentido más específico del humor?
ResponderEliminarPero es que todo eso ya lo estableció el segundo episodio, donde debutó. Ya hasta vimos su característico atuendo allí mismo, o el nivel de sus planes y estilo de estos. La única diferencia que realmente veo entre ambos episodios, es que en este vemos a sus lacayos usando máscara de payaso y poco más. Eso, y el Capitán Payaso, que dios lo tenga en su gloria.
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