B.T.A.S. #10: “Two Face - Parte I” - Un Descenso Hacia La Perfecta Locura




No existe mejor palabra para describir este episodio: Locura. Es, de momento, el capítulo que mejor explota la temática, ambientación y tonalidad que lleva buscando la serie desde el principio. Podría decirse también que es un capítulo que se asegura de recoger lo mejor de varios episodios y explotarlo aquí de manera aplastante y violenta. Un ejemplo a destacar sería la temática del Trastorno Psicológico, representada en Harvey Dent y su doble personalidad, “Harv El Malo”.

En anteriores historias, fuimos testigos de una adaptación bien elaborada de Poison Ivy. Además de ser una antagonista que cumplía su propósito mucho mejor que otros villanos, y encajar con la estética del show como anillo al dedo, también fue la primera en introducirnos a una persona con serios problemas mentales (El Joker y Scarecrow no cuentan, de momento, porque en ninguno se ha profundizado dicho tema). Y claro, luego está Harvey, que recoge todo lo que hizo bien aquella Femme Fatale, y lo multiplica por cien.

Somos testigos de un relato de misterio y corrupción. Harvey Dent trata de alcanzar su puesto como el fiscal del distrito de Gotham, pero ciertos obstáculos se lo impiden. El más imponente se representa en forma de pesadillas, introduciendo una segunda personalidad que, más tarde, toma control de su mente cuando X situación se le sale de control. Esto le preocupa porque, si Gotham y su gente descubren que tiene una enfermedad psicológica, ya no se lo tomarán en serio y lo tratarán como a otro paria más (Véase El Joker, Scarecrow, Poison Ivy, etc). Así que debe ponerle un freno al tema, por lo que decide visitar a una psicóloga e hipnotista.

Es gracias a ella que somos testigos de la presentación de “Harv El Malo”. Antes ya habíamos visto un poco su “persona”, pero es ahora cuando se nos introduce al “personaje”, quien es la antítesis de Harvey. Si este último desea llevar a los criminales ante la justicia, “Harv El Malo” sería capaz de asesinar a cualquiera que se interponga en su camino (Ya sea un criminal o, inclusive, su propia psicóloga). Pese a que las recientes circunstancias le están facilitando su control para con Harvey, el “villano” permanece encerrado gracias a la presencia de Grace, su nueva pareja (La cual intuyo que obtendría poco después de lo ocurrido con Poison Ivy. Ergo, doy por hecho que este episodio toma lugar, mínimo, dos meses después de aquello).

Sin embargo, no todo son rositas ni pajaritos. Rupert Thorne hace acto de presencia, y nos introduce el elemento restante que el Show necesitaba: Corrupción Criminal y Política. Es él quien está detrás de la frustración de Harvey, al sobornar al juez para liberar a sus hombres, o al escabullirse de sus manos cada vez que parece tener una prueba para incriminarlo. Aun así, a Rupert no le hace gracia que Harvey se convierta en fiscal del distrito, porque sabe que el tipo es incorruptible. Ergo, decide investigarlo, dando a luz uno de los mejores diálogos del episodio: “Todos los hombres esconden algo. Mientras más clara sea la foto, más oscuro será el negativo”.

E insisto: Harvey desea que nadie sepa de su condición ya que, de hacerse pública, serán pocos quienes le tomen en serio. Y me parece un concepto muy interesante, explotado pocas veces en el medio. Gotham es una ciudad repleta de lunáticos y parias. Dent es un hombre que desea hacer el bien, pero también está enfermo. Si tan solo Bruce hubiera confiado en él desde el principio, quizás las cosas habrían sido diferentes, pero me estoy adelantando de sobremanera.




La cuestión es que todo su plan de contingencia se le cae encima: Consigue concertar una agenda con su psicóloga, pero los hombres de Thorne descubren su secreto, así que deciden chantajearlo
Entonces, el espectador descubre cómo fue que nació su doble personalidad, y es que cuando era niño, mandó al hospital a un abusón después de acertarle un puñetazo, que le provocó apendicitis. Fue tal la culpa de Harvey que, desde entonces, reprimió todo lo malo que le ocurrió desde entonces, provocando que dicha rabia diese forma a su segunda personalidad. Comprendo que es un show dirigido a un público infantil, pero dada la oscuridad y madurez del episodio, ¿No podrían haber respetado mejor su origen? ¿Por qué dejar afuera los maltratos físicos por parte de su padre? ¿De dónde surgió su obsesión con la moneda? Pero, de nuevo, nos estamos adelantando.

Burnett (El escritor del episodio) fue inteligente al dividir la historia en dos episodios, ya que un personaje como Harvey lo merece. Su origen no consiste en solo caer a un tanque de residuos tóxicos o ser la psicóloga de un payaso malvado: La historia de nuestro protagonista es un descenso a la locura, ejecutado de la forma más simple y efectiva posible. Nos identificamos con el personaje y sentimos pena por él porque el show ya ha establecido su amistad con Bruce desde el principio, aparte de que el tío es bastante legal y no tiene un ápice de maldad (O eso parecía).

Pese al chantaje, es tanta la presión que recae sobre Harvey que, al final, su contra-parte malvada toma el control de la situación y trata de salvar el honor de Harvey, lo cual es un aspecto que nadie ha comentado todavía. “Harv El Malo” no lucha para eliminar a Thorne, pues Batman está presente y no le conviene ser pillado ahí. Plus, esta re-afirmación se confirma cuando Harvey persigue a Thorne, que trataba de escapar con su expediente. Es un enfoque que rara vez suele verse, este donde “Harv El Malo” trate de defender a su contra-parte buena, pero causando todo el estropicio posible. Puede sonar contradictorio al principio, pero tiene mucho sentido: Sin su carrera como fiscal, Harvey no es nada. Y si él no es nada, ¿Qué ocurriría con Grace?

Por desgracia, ninguno de los Dos Harvey’s recuerda qué clase de reunión están pisando. Thorne decidió concertar el chantaje en una fábrica de residuos tóxicos, y todos sabemos qué suele ocurrir cuando una persona empieza a correr por ahí como Pedro por su casa. Total, que Harvey acaba con la mitad de su cuerpo hecho trizas, y Batman se lo lleva al hospital. Es un final intenso porque va en contra de todo lo hecho hasta ahora: El Villano (Rupert Thorne) ha ganado. Dent perderá su puesto como Fiscal, y Batman ha sido incapaz de evitar un accidente innecesario.

Pero la duda persiste y carcome a Thorne. A fin de cuentas, Harvey es una persona con problemas muy chungos, y su única intención era chantajear a Dent de cualquier forma posible. ¿Qué ocurrirá cuando Dent despierte de su “cirugía” y sea testigo del resultado final? ¿Cómo reaccionarán Bruce y Grace cuando se enteren de su desaparición? Y así se nos plantea el Cliffhanger del episodio, el cual todavía me sigue provocando escalofríos: Ese Build-Up para con su revelación, ese tema musical sonando de fondo... Perfección.

Acojona como, también, este episodio se siente como una versión juvenil de algo que podríamos ver en el “Daredevil” De Netflix, además de ser diferente a todos los episodios ya vistos anteriormente. Estamos ante un libreto que lidia con temas como la presión, la corrupción, las enfermedades mentales, el chantaje, el descenso hacia la locura, etc. De lejos, el episodio que mejor establece a Batman y a su mundo de personajes. Y esto es solo el episodio #10, aún quedan por tocar otros capítulos que saben defenderse muy bien, pero ya llegarán.

Comentarios

  1. Nolan pudo perfectamente usar como base a este Harvey Dent para su película.... pero ya saben.... ''rEaLiZmO''

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    1. E iba a usarse. TDK tenía una sub-trama que giraba alrededor de Batman investigando los ataques de ira de Harvey, descubriendo pues que el personaje padece un trastorno violento desde niño, y empezando a desconfiar de él. Pero Nolan creyó que dicho tema no aportaba nada a la película, así que lo eliminó.

      Vamos, lamentapla.

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