Primer Vistazo - IT: Chapter 02 (2019)



Lo que diré a continuación contiene Spoilers. Si no la has visto, da media vuelta.

Han pasado 27 años desde mi última crónica en esta página. Bueno, en realidad ha sido más de un mes, pero si no hay drama, no hay diversión. Tuve mis pequeños roces con “IT:Chapter 01” hace unos cuantos años. Aprovechando que hoy fue a ver su continuación al cine de mi comarca, pensé: “¿Por qué no revivir este tugurio con ayuda de los fantasmas de mi pasado?”. Y aquí estamos, recibiendo a una fiel (pero soporífera) continuación de una adaptación literaria que, a día de hoy, sigue dando de qué hablar (y lo seguirá haciendo por un tiempo más).

La cinta que hoy nos ocupa retoma todos los detalles argumentales que pudiéramos pensar: Pennywise ha regresado, por lo que Mike contacta con sus viejos amigos, Los Perdedores, quienes deberán reunir fuerzas para acabar con el payaso de una vez por todas. Y ese es el argumento. Un hilo conductor lineal (En plan videojuego casi) que se extiende cual chicle de frambuesa, hasta tal punto que el pobre espectador promedio que no haya leído el libro podría morir del aburrimiento. En ese aspecto, la película es un fracaso, y es por culpa de las decisiones creativas ejecutadas y mostradas en su antecesora (la cual se robó la etapa más interesante del libro, junto a sus respectivas e icónicas escenas).

Aquí no había mucho con lo que jugar, por lo que su director, Andy Musschieti, decide tomar la lógica decisión de tomarse un par de libertades creativas (eliminando un par de escenas puntuales que, a mi gusto, eran necesarias). Y, aun así, el resultado me ha sorprendido a base de bien. La obra podría haber durado menos de 2 horas y 48 minutos, pero de no haber sido así, tal vez no habríamos podido disfrutar de las mejores escenas de la obra (Que tiene un número superior al de su antecesora). El único crimen cometido por su escritor fue el extender las escenas que, valga la redundancia, requerían ser extensas, porque de lo contrario no habrían funcionado al mismo nivel.




De este modo, ciertas escenas (EJ: La Sala de los Espejos, Bill y la Alcantarilla, Ben y Beverly a punto de morir, etc) fluyen con la intención de ser explotadas lo mejor posible a nivel narrativo y visual (Esto último tiene un papel muy importante, ya que el director confía en que el espectador comprenderá ciertos acontecimientos que no requieren de diálogo). E irónicamente, se trata de ejecuciones de menos de 5 o 10 segundos, las cuales irónicamente aportan mucho más a sus personajes que algunas de sus longevas escenas. Ya sabéis lo que dicen: El demonio está en los pequeños detalles. Un claro ejemplo de esto recae en el papel de Richie, al cual se le otorga una libertad creativa que, por suerte, consigue expandir la humanidad del personaje sin faltarle el respeto al material original (De hecho, van de la mano. Ya entenderéis por qué).

Y es que es rara la ocasión en la que un director decide respetar tanto el material original y, a la vez, agregar cosas nuevas sin fracasar en el intento. ¿La Forma Final de Pennywise? La adapta, la respeta y la reconstruye. ¿El Romance de Beverly y Ben? Lo adapta, lo respeta y lo reconstruye. ¿El Suicidio de Stan? Lo adapta, lo respeta y lo reconstruye. Esa es su fórmula, ni más ni menos.
Por desgracia, ciertos aspectos importantes son obviados o eliminados de la adaptación cuando no hay razón de ser. Cosas como “La Tortuga” ya no existen, y personajes como Tom y/o Bowers aparecen y no aparecen, cuando podrían haber jugado un papel mucho más importante. Aunque claro, no es que el resultado final sea un insulto tampoco, sino todo lo contrario. Ojo a los cameos.

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