A la hora de escribir a un antagonista, no importa cuanto
podamos identificarnos con su objetivo o su personalidad, pues siempre deberá
quedar en claro que sus métodos y/o sus ideales están mal. Estas sencillas
palabras han dado origen a personajes cuestionables y carismáticos por igual,
pero el día de hoy quiero documentar la caminata que arrastró a este, el titán loco
conocido como Thanos, hacia una plataforma de grandeza y espectáculo conocida
como “Avengers: Infinity War”.
Sus pilares están bien fundados, conformados por una
película que se ha cocinado a fuego lento durante 10 años y estableciendo la
inminente llegada de este personaje a la vida de nuestros protagonistas, además
de sus maquiavélicos planes, los cuales consisten en erradicar a la mitad de la
población del universo y mantener un equilibrio neutral que no alteraría el
orden natural de las cosas. Es decir, matar a millones para salvar a billones. Para
sorpresa de algunos, el genocidio de Thanos posee matices humanos que tratan de
hacernos conectar emocionalmente con sus acciones, comprendiendo que hace lo
que hace porque cree que es lo correcto, sin ideales malvados que puedan
convertirlo en un monstruo unidimensional. Y es aquí cuando todo el mundo ignora
que, para cumplir su objetivo, sacrifica la vida de sus hijos/as de manera
directa o indirecta, puesto que la mayoría de ellos fue dado a luz para cumplir
una función en su plan, a excepción de Gamora, que fue adoptada por él y
colocada en la sartén para dirigir nuestras miradas hacia su relación y no la
matanza que se provoca a sus espaldas, literalmente.
A decir verdad, no soy el único que cuestiona sus acciones.
Algunos incluso encuentran lagunas dentro de sus argumentos cuando trata de
justificarse, y ya por este mero hecho se le califica como un mal personaje,
cuando es todo lo contrario porque somos testigos de la malicia de sus
acciones. Por cada monólogo que trata de explicar su forma de ser, podemos
contemplar múltiples barbaridades provocadas por él, las cuales supuestamente
forman parte de su plan maestro (Ej: Torturar a Nébula, Asesinar a Loki frente
a Thor, Humillar a Star-Lord, etc…), y como me gusta decir, lo que importa a la
hora de la verdad no es lo que se dice, sino lo que se muestra.
Thanos es un lunático que juega a ser un Dios, un tipo que
busca moldear todo a su imagen y tenerlo todo bajo control, haciendo uso de
discursos para excusar sus acciones ante todo el mundo o ante sí mismo. Por
supuesto que su plan de erradicar a la mitad del universo no tiene ni pies ni
cabeza. Es el villano, se supone que no queremos verlo ganar. Su estrategia es
un ataque innecesario que, elaborada de mejor manera, podría beneficiar al
universo sin la necesidad de matar a nadie. Pero el remate del chiste no recae
en encontrar un mejor plan, sino en que él no es capaz de darse cuenta de ello.
Ni siquiera ha contemplado la posibilidad de que lo que está haciendo no tiene
sentido porque, en su cabeza, él es un héroe trágico que se ha visto obligado a
tomar las decisiones más difíciles porque nadie más sería capaz de hacerlo (Y
tiene razón: Los Vengadores contrastan con él por ello, porque son incapaces de
sacrificar lo que es necesario para detener sus planes). Para tenerlo todo,
tuvo que sacrificar todo lo demás, quedándose sin nada más allá del recordatorio
constante de que ahora podrá descansar en una granja y sonreír ante un universo
agradecido, un giro de tuerca más trágico que destruir al universo solo para
conquistar el corazón de La Muerte y caer en la Friendzone. Es uno de esos
cambios adaptados que apruebo, porque sigue respetando la esencia del
personaje: En una guerra infinita, no hay ganador alguno.
Esta motivacion es sublime.
ResponderEliminarNo tengo nada en contra de la original, pero es mucho más efectiva la propuesta por Los Hermanos Russo.
EliminarEs como con el Mr. Freeze de Paul Dini. Nadie lo comenta, pero guardan un par de similitudes entre si.
Donde esta el botón de like?:'v
ResponderEliminarNi idea, creo que el asunto en Blogger funciona compartiendo los Posts en redes sociales o algo así.
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