¿Qué es “Gotham”? Podríamos decir que es la
caspa que cae sobre tu tortilla de patatas, pero no estoy aquí para expresar mi
opinión sobre cuán deleznable es este producto, sino para ofrecer una opinión
constructiva hacia una de las transiciones menos elaboradas de la serie,
protagonizadas por Los Gemelos Valeska. Jerome y Jeremiah, dos caras de la
misma moneda, representan la identidad civil del Gothamita que, en años
futuros, terminaría por convertirse en El Joker de un modo u otro. Uno de ellos
apareció desde las primeras temporadas y falleció cruelmente en manos de un
antagonista, para luego ser resucitado y enfrentarse cara a cara con Bruce
Wayne, plantando así la semilla que obligaría al personaje el elaborar su única
e inquebrantable regla de “No Matar” para cuando se convierta en Batman. Por
desgracia, los productos y escritores de la serie, de curioso intelecto,
creyeron que arrojar un hermano gemelo a la ecuación sería una brillante idea,
además de matar al primero y revelar que el Joker, supuestamente, es el segundo.
Aunque estamos ante una decisión creativa de
dudosa calidad, uno puede ejecutar una buena transición de Jerome a Jeremiah y
decir que este último es el verdadero príncipe payaso del crimen, pero debe de
hacerse bien, considerando que el primero se ha convertido en uno de los pocos
aspectos redimibles de este proyecto. Poco antes de caer de cabeza por un
tejado, Jerome había capturado a Bruce, Jeremiah y otras celebridades de la
ciudad para montar una especie de espectáculo frente a la población, antes de
matarlos a todos con El Gas de la Risa. Entonces, por motivos que solo él sabe, empieza a contar anécdotas familiares ante el público. Poco después
aparece Jim Gordon, el cuestionable anti-protagonista de la serie, y arruina la
función.
¿Pero y si ejecutamos esta escena de otra
forma?
Mantengamos todo lo anterior, excepto una sola cosa: Jeremiah no se queda callado. Lo distrae. De hecho, el chico empieza a contar anécdotas embarazosas sobre Jerome, provocando que todo el mundo empiece a reírse poco a poco. Estamos hablando de un personaje introvertido, un contraste personificado a lo que representa Jerome en un todo, y ver a uno tan asustado y nervioso, y al otro tan cruel e ingenioso, podría impresionar a cualquiera, además de demostrar quién de los dos sabe hacer chistes de verdad. Lo vemos ahí, maniatado, robándose la atención, y sirviendo como distracción para que Gordon cumpla sus tonterías y pueda interrumpir el espectáculo del villano, aun y cuando el ingenio de Jeremiah se convierte en crueldad absoluta. Estos chistes servirían para degradar a Jerome de tal forma que ya ningún espectador y/o ciudadano podría tomarlo en serio, además de aumentar la teoría de que toda la locura de Jerome fue provocada por su hermano, el cual le culpaba de todas sus maldades cuando eran niños. Por supuesto, Jerome preveía la posibilidad de convertirse en un payaso por culpa de su hermano, sospechaba que no iba a desaprovechar esa oportunidad para humillarlo, y esto nos obliga a dirigirnos a la escena final de este episodio.
Mantengamos todo lo anterior, excepto una sola cosa: Jeremiah no se queda callado. Lo distrae. De hecho, el chico empieza a contar anécdotas embarazosas sobre Jerome, provocando que todo el mundo empiece a reírse poco a poco. Estamos hablando de un personaje introvertido, un contraste personificado a lo que representa Jerome en un todo, y ver a uno tan asustado y nervioso, y al otro tan cruel e ingenioso, podría impresionar a cualquiera, además de demostrar quién de los dos sabe hacer chistes de verdad. Lo vemos ahí, maniatado, robándose la atención, y sirviendo como distracción para que Gordon cumpla sus tonterías y pueda interrumpir el espectáculo del villano, aun y cuando el ingenio de Jeremiah se convierte en crueldad absoluta. Estos chistes servirían para degradar a Jerome de tal forma que ya ningún espectador y/o ciudadano podría tomarlo en serio, además de aumentar la teoría de que toda la locura de Jerome fue provocada por su hermano, el cual le culpaba de todas sus maldades cuando eran niños. Por supuesto, Jerome preveía la posibilidad de convertirse en un payaso por culpa de su hermano, sospechaba que no iba a desaprovechar esa oportunidad para humillarlo, y esto nos obliga a dirigirnos a la escena final de este episodio.
Jerome ha muerto, y Jeremiah puede
continuar con su vida, ganándose la amistad de Bruce Wayne, quien no termina de
confiar en su vanidosa y talentosa personalidad. Llega a casa, encuentra un
regalo por parte de Jerome, quien le inyecta con una dosis modificada de Gas de
la Risa, modificando su aspecto facial y deformándolo, convirtiéndolo en un
auténtico payaso de circo, bajo la excusa de que ahora él debe continuar con su
legado. Como habrás notado, no he
modificado el final, pese a que ahora tiene más significado que antes, gracias
a un par de chistes.
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