Primer Vistazo - Spider-Man: Far From Home (2019)

Lo que diré a continuación contiene Spoilers. Si no la has visto, da media vuelta. Aunque, a la hora de la verdad, sólo destacaré uno de los aspectos de la cinta, quizás el único rescatable de la obra en un todo: Mysterio.

El Spider-Man del MCU es un espécimen muy extraño: Adora la idea de remodelar y adaptar a un antagonista poco conocido lo mejor posible, pero todo lo demás deja mucho que desear: El Protagonista, Los Personajes Secundarios, El Argumento, etc. A nivel conceptual, la idea de trasladar a Spidey y Mysterio a través de toda Europa es brillante, porque permite explotar facetas de estos dos a nivel artístico y narrativo que pocas veces suelen verse (EJ: Los Elementales). ´

Por desgracia, y por culpa de este extraño fetiche, solo uno de estos dos instrumentos funciona. ¿Pero por qué? Para explicarlo con claridad, hace falta profundizar en una escena: La Muerte de Mysterio. Dada la naturaleza del personaje, es común que el espectador sea consciente de que tal vez esté presenciando un engaño bien montado. Y tendrían toda la razón, de no ser porque:

“Las personas necesitan creer. Hoy en día, se creen lo que sea”.

La obra nos recalca, a través de un diálogo de sobreexposición, que Quentin fue despedido de su trabajo por el mero hecho de ser “inestable”. Y medida avanza el argumento, somos testigos de ello ante sus matones: Narcisista, Volátil, Ególatra, Iracundo, etc. Aun así, hace falta algo más que esto para probar su estado psicológico. De hecho, Mysterio necesitaba a Spider-Man en su vida.

Verás, su plan era sencillo: Diseñar a los Elementales, destruir/salvar múltiples ciudades de Europa, y proclamarse como el nuevo Iron Man. Y le iba muy bien, hasta que un “superhéroe” se interpuso en su camino. Es decir, un chaval inexperto en pijama que salta por aquí y por allá. ¿Cómo iba a detenerlo alguien así? ¿Por qué tendría que hacerlo? ¿Por qué no improvisar? ¿Si ya pudiste manipular a este novato por las buenas, por qué no hacerlo por las malas? Es entonces cuando entra en escena la supuesta derrota del personaje, que culmina con su fallecimiento.

La razón por la que Mysterio ordenó a E.D.I.T.H. el trasladar a los compañeros de Peter a Londres no era para matarlos: Él contaba con que Spider-Man estaría allí para salvarlos. Sí, trataría de acabar con ellos, pero formaría parte del espectáculo. Por eso ya no sentía más interés en los hologramas cuando el protagonista desmontó sus drones, él ya tenía lo que quería: Material para convertirse en un Mártir, en una leyenda mundial fallecida en combate, al igual que Iron Man.

¿Pero morir a manos de un simple disparo? ¿Sería así como fallecería el Gran Mysterio? No podía ser. No debía ser. Necesitaba creer. El tipo se ha tragado tanto sus propias mentiras y todo lo que le rodea que es incapaz de procesar que morirá de esta forma, por lo que decide despedirse con un “BANG”, literalmente. Al engañar a Peter una última vez para probar su filosofía, esta se confirma cuando el primero le pregunta a E.D.I.T.H. si todavía había hologramas activados. Porque en el fondo, Parker es solo un chaval que necesita creer. Y hoy en día, se cree lo que sea.

La improvisación de Quentin fue la causante del tercer acto, y gracias a la inexperiencia moral de Spider-Man, fuimos testigos de la inestabilidad mental de Mysterio. Una actuación formidable.