Primer Vistazo - Child's Play (2019)

Rara es la ocasión en la que un mal diseño tiene razón de ser. Esta es una de esas ocasiones.

Erase una vez, un hombre sabio farfulló “Back To Formula!”. Simples pero eficientes palabras, en verdad. Cuando tu franquicia carece de rumbo, y se entrega a lo desconocido con frecuencia, en ocasiones, un artista pierde el rumbo del barco. Ergo, es el deber de cualquier otro tripulante el dirigirnos por la dirección correcta, o de lo contrario, chocaremos con un Iceberg y moriremos todos. Han sido muchos los personajes que han perecido de esta forma (Freddy Krueger, Jason Voorhees, Superman), pero en raras ocasiones, algunos consiguen salvarse. Entre ellos, Chucky.

Pero no hablamos del muñeco malhablado y carismático de toda la vida. Ya antaño, expresé que la verdadera esencia de la franquicia giraba alrededor de la Depresión, por lo que si esta cinta quería ser buena, tenía que moverse por esa emoción. Y lo hace, de distintas maneras. Agradezco de sobremanera que casi todos los personajes (A excepción de los personajes sacados de “Stranger Things”) ofrezcan emociones, personalidades y acciones que puedan llamar la atención del espectador. No se trata de sacos de carne y hueso que están esperando a ser apuñalados por el asesino de turno, sino que se trata de personas normales y corrientes que viven rodeadas de un ambiente depresivo: Mike, El Policía, debe mantener su trabajo como Policía y encargarse de su anciana madre. Karen, La Madre, debe encontrar un regalo para su hijo y lidiar con su novio, lo que a su vez la ha convertido en una pésima madre que se preocupa más por contentar a este. Andy, El Chico, es un chaval carente de amigos y que debe lidiar con la muerte de su verdadero padre, la relación amorosa entre su madre y su novio, y como no, con su nuevo “mejor amigo”.

Gabriel Bateman y Mark Hamill, quienes interpretan a Andy y Chucky respectivamente, se roban la película.

Me preocupaba que, siendo Mark Hamill el encargado de dar voz al personaje, fuesen a recurrir a las cuerdas vocales del Joker. Para mi sorpresa, esta versión del personaje no solo logra distanciarse del payaso, sino que logra rivalizar con la versión original del muñeco gracias a sus propios méritos narrativos. Existe una razón por la que su aspecto sea tan mal formado (Se juega con la posibilidad de que el muñeco sufra retraso, literalmente), Existe una razón por la cual aprende a asesinar (Un bonito montaje visual que establece dicha acción gracias al ambiente que le rodea. Son los pequeños detalles…), y más importante aún, existe una razón por la cual decide decantarse por el lado oscuro: Y es culpa del propio Andy.

Es extraño que, en una película del género Slasher, exista tanta atención al nivel narrativo, pues en esta ocasión, Andy, Karen y Chucky poseen su propio arco argumental, el cual los desarrolla hasta convertirlos en lo que deberían ser (Aunque de esto ya hablaré en otra ocasión). Por parte del antagonista, este se contamina por culpa del ambiente que rodea a Andy, lo cual afecta a Chucky, en contraste a su origen original. El niño no tiene amigos, así que recurre al juguete para obtener una ruta de escape y divertirse. El objeto sufre fallos, y tiende a tomarse todo de forma literal (Por lo que, en cierto punto, varios de los asesinatos son culpa indirecta de Andy), pero aun así, el crío lo mantiene a su lado. Hasta que hace amigos de verdad, y como consecuencia, hasta que Chucky termina corrompido por estos. Aun así, ambos sienten vacilación a la hora de asesinarse el uno al otro: Hay una conexión. Son mejores amigos hasta el final. Y en parte, el final del tercer acto fracasa en explotar esto, recurriendo al Chucky de toda la vida cuando no era necesario, ya que esta nueva versión puede defenderse por sí sola. Hay mucho que estudiar sobre esta cinta, y mucho que compartir con vosotros. Es trágica y respetuosa. Os la recomiendo con cariño.

La BSO, compuesta por Bear McReary, ofrece contexto narrativo, convirtiéndose en la mejor de la franquicia.